ACUPUNTURA JAPONESA
HISTORIA Y DESARROLLO DE LA ACUPUNTURA EN EL JAPÓN
La acupuntura surgió en China cerca de 3000 años atrás, en
el período de la Dinastía Shang y se desarrolló juntamente con los varios ramos
que componen la medicina tradicional china, como la herbología, la moxabustión,
la terapia alimenticia, los masajes y los ejercicios físico-energéticos del
Chikung. Toda la medicina antigua de China era pautada y elaborada dentro de
estos varios sistemas responsables por la manutención de la salud y por la
longevidad de este pueblo.Para que la medicina china llegara a desarrollarse en
Japón un largo proceso de intercambio cultural, educacional, económico y
religioso perduró por varios siglos.
Como bien se sabe, el Japón importó, tanto de la China, cuanto de Corea, todas las bases que formaron los fundamentos socioculturales y filosófico-educacionales de su pueblo, nicialmente incorporando a la cultura desde las escrituras pictográficas de los Kanjis, las religiones budistas, taoístas y los conceptos filosóficos y espirituales del confucionismo, hasta los sistemas médicos oriundos de China.
Desde la antigüedad hasta los días actuales, los japoneses se mostraron especialistas en perfeccionar y desarrollar todo y cualquier conocimiento adquirido e importado de otras culturas. En la acupuntura no se hizo en forma distinta y, a lo largo de los siglos, los japoneses perfeccionaron ese conocimiento hasta desarrollar su própia medicina tradicional y un sistema bien refinado y particular de acupuntura.
Existen aspectos socioculturales y económicos que difieren de forma marcada tanto en el desarrollo cuanto al estilo de los dos sistemas de acupuntura. Al contrário de China, que tubo la acupuntura asociada especialmente a la herbología y la padronizó como parte integrante del estado, disponibilizando su acceso a la población en masa, el Japón mantuvo siempre una íntima relación de la acupuntura con el masaje y su actuación siempre fue hecha en el ámbito privado. Delante de esos aspectos, se subentiende que en Japón la práctica de la acupuntura tomó un rumbo muy peculiar, pues, teniendo en vista el cobro monetario de la sesión, el practicante japonés se vio naturalmente presionado a desarrollar una técnica refinada, indolora y que, además, produjera resultados inmediatos para que cada centavo del costo de la sesión fuera valorado por los pacientes.
Otro aspecto que difiere claramente a la práctica china de la japonesa, se refiere al ámbito de la diagnosis, tanto en las técnicas empleadas, cuando al propio material utilizado en las prácticas de la acupuntura. Considerando que el arte japonés se desarrolló y se adaptó para practicantes con deficiencia visual, fue dado un grande enfoque a la palpación en el diagnóstico, desarrollado por el practicante japonés, una sensibilidad táctil especial en la localización de los puntos, meridianos y en la pulsología, además del diagnóstico del hara, que se caracteriza por una de las especialidades del acupuntor japonés, mientras que en el estilo chino prevalece el interrogatorio que, en algunos estilos, se asocia también con la pulsología y el análisis de la lengua.
En el que dice respeto a las agujas, hay una gran diferéncia entre los dos estilos, pues los chinos prefieren agujas mayores y de calibre más espeso, los japoneses, entretanto, hacen uso de agujas muy delgadas que son inseridas obligatoriamente con mandril (shinkan, ou tubo-guía), de manera muy superficial y con estímulo muy suave. Una vez que el estilo japonés busca actuar sobre el Wei chi (energía defensiva), mientras que en las técnicas chinas la estimulación es más fuerte y profunda, lo que es conocida como techi (o deqi), visando llegar al Yong Qi (energía nutritiva).
Otro aspecto que marca la acupuntura nipónica es el uso bien particular de la moxabustión como parte integrante y complementaria del tratamiento de la acupuntura. Esa forma japonesa de utilización de la moxaterapia es una práctica muy antigua y tubo su conocimiento perdido en China y llegó a Japón a través de Corea, tornándose un arte muy popular en el país del sol naciente. Conocida formalmente en Japón por okyu, ese estilo es muy fuerte y clásico en el país, que ya tubo grandes maestros a lo largo de la história como Sawada Ken y Isaburo Fukuya, dos grandes especialistas en moxaterapia japonesa. Ese arte hace uso de pequeños conos de moxa amarilla en forma directa e indirecta en la piel en puntos clásicos de acupuntura o en puntos no convencionales.
Como bien se sabe, el Japón importó, tanto de la China, cuanto de Corea, todas las bases que formaron los fundamentos socioculturales y filosófico-educacionales de su pueblo, nicialmente incorporando a la cultura desde las escrituras pictográficas de los Kanjis, las religiones budistas, taoístas y los conceptos filosóficos y espirituales del confucionismo, hasta los sistemas médicos oriundos de China.
Desde la antigüedad hasta los días actuales, los japoneses se mostraron especialistas en perfeccionar y desarrollar todo y cualquier conocimiento adquirido e importado de otras culturas. En la acupuntura no se hizo en forma distinta y, a lo largo de los siglos, los japoneses perfeccionaron ese conocimiento hasta desarrollar su própia medicina tradicional y un sistema bien refinado y particular de acupuntura.
Existen aspectos socioculturales y económicos que difieren de forma marcada tanto en el desarrollo cuanto al estilo de los dos sistemas de acupuntura. Al contrário de China, que tubo la acupuntura asociada especialmente a la herbología y la padronizó como parte integrante del estado, disponibilizando su acceso a la población en masa, el Japón mantuvo siempre una íntima relación de la acupuntura con el masaje y su actuación siempre fue hecha en el ámbito privado. Delante de esos aspectos, se subentiende que en Japón la práctica de la acupuntura tomó un rumbo muy peculiar, pues, teniendo en vista el cobro monetario de la sesión, el practicante japonés se vio naturalmente presionado a desarrollar una técnica refinada, indolora y que, además, produjera resultados inmediatos para que cada centavo del costo de la sesión fuera valorado por los pacientes.
Otro aspecto que difiere claramente a la práctica china de la japonesa, se refiere al ámbito de la diagnosis, tanto en las técnicas empleadas, cuando al propio material utilizado en las prácticas de la acupuntura. Considerando que el arte japonés se desarrolló y se adaptó para practicantes con deficiencia visual, fue dado un grande enfoque a la palpación en el diagnóstico, desarrollado por el practicante japonés, una sensibilidad táctil especial en la localización de los puntos, meridianos y en la pulsología, además del diagnóstico del hara, que se caracteriza por una de las especialidades del acupuntor japonés, mientras que en el estilo chino prevalece el interrogatorio que, en algunos estilos, se asocia también con la pulsología y el análisis de la lengua.
En el que dice respeto a las agujas, hay una gran diferéncia entre los dos estilos, pues los chinos prefieren agujas mayores y de calibre más espeso, los japoneses, entretanto, hacen uso de agujas muy delgadas que son inseridas obligatoriamente con mandril (shinkan, ou tubo-guía), de manera muy superficial y con estímulo muy suave. Una vez que el estilo japonés busca actuar sobre el Wei chi (energía defensiva), mientras que en las técnicas chinas la estimulación es más fuerte y profunda, lo que es conocida como techi (o deqi), visando llegar al Yong Qi (energía nutritiva).
Otro aspecto que marca la acupuntura nipónica es el uso bien particular de la moxabustión como parte integrante y complementaria del tratamiento de la acupuntura. Esa forma japonesa de utilización de la moxaterapia es una práctica muy antigua y tubo su conocimiento perdido en China y llegó a Japón a través de Corea, tornándose un arte muy popular en el país del sol naciente. Conocida formalmente en Japón por okyu, ese estilo es muy fuerte y clásico en el país, que ya tubo grandes maestros a lo largo de la história como Sawada Ken y Isaburo Fukuya, dos grandes especialistas en moxaterapia japonesa. Ese arte hace uso de pequeños conos de moxa amarilla en forma directa e indirecta en la piel en puntos clásicos de acupuntura o en puntos no convencionales.
IMPORTACIÓN DE LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA Y SU DESARROLLO
EN JAPÓN
Entre los siglos V y VI, la medicina tradicional china fue
llevada de este país a Japón a través de la península coreana debido al
intercambio religioso y económico promocionado por la famosa ruta de la seda.
Durante ese período, varios monjes budistas especializados en hierbología,
acupuntura y masajes transitaron por esa ruta, posibilitando la expansión del
budismo y llevando consigo las ciencias médicas de China y de Corea.
Alrededor del siglo VII, el gobierno japonés estableció
contacto directo con China, enviando para la capital china varios sacerdotes y
eruditos para que estudiasen, tradujesen y compilasen varias fuentes de la
cultura china, entre ellas los principales textos médicos.
En 701 hubo la promulgación del código Taiho, que estableció
el primero sistema legal de Japón dedicado a asuntos médicos, o Ishitsuryo, que
se aplicaba a la práctica y a la enseñanza médica en Japón, dando origen al
Tenyaku-ryo, el antiguo Ministerio de Salud, Trabajo y Bien Estar, responsable
por crear el departamento oficial de acupuntura y moxabustión, otorgando los
tres grados de profesor, terapeuta y estudiante de acupuntura. En el período
Nara subsiguiente, todos los aspectos de la medicina oriental fueron estudiados
y practicados arduamente, dando el punta pié inicial para la profesionalización
y cualificación de la acupuntura en Japón que, en períodos anteriores mantenía
una estrecha relación con la religión, pues gran parte de ese conocimiento aún
estaba muy asociada a los monjes budistas que practicaban tanto la acupuntura,
como la fitoterapia de kampo y fueron los primero a divulgar esas artes en
Japón. Con la institución del código Taiho y la formalización de la profesión e
del la enseñanza de la acupunpuntura el número de monjes terapeutas se tornó
cada vez menor.
LA FORMALIZACIÓN DE LA MEDICINA TRADICIONAL JAPONESA
Esa visión es superior a la china, que tan sólo focaliza la
disfunción entre los niveles energético y físico y es oscurecida en los
patrones de los síndromes.
Ya a mediados del siglo XII, Japón pasó por un período de
transición en que el control de la familia imperial cayó nuevamente e se
establecieron nuevas relaciones comerciales con China, después de los tres
siglos de relativo aislamiento, con eso nuevas idéas médicas entraron a Japón.
Durante este período de confusión política en el Japón medievo, el poder y el
control de los médicos sufrió una drástica caída, haciendo con que los monges
budistas nuevamente se dedicasen a ejercer un papel de destaque en la
importación del conocimiento médico chino y adaptación de nuevos conceptos,
bien como a una retomada de su actuación como terapeutas y acupuntores, difundiendo
os cuidados médicos entre la población en general en esa misma época. La
práctica de la moxabustión se tornó muy difundida, sobre todo a través de sin números
tratamientos ofrecidos dentro de los templos budistas, como parte de la
práctica religiosa.
LAS PRIMERAS ESCUELAS DE MEDICINA TRADICIONAL JAPONESA
Al final del siglo XVI, en medio de una crisis política y social que precedió la unificación de Japón, muchos textos clásicos fueron importados y traducidos para el japonés. En ese período, un médico se destacó entre los demás, su nombre era Manase Dosan (1507 -1594) y, sin embargo de ser destacado fitoterapeuta del arte médica del kampo, cuya medicina herbolaria había robado terreno a la acupuntura, paradojalmente fue el gran responsable por la reivindicación de esa técnica.
Lo que podemos considerar como "japonización" de la medicina tradicional china ocurrió entre los siglos XIV, período Muromachi, y el siglo XVII, período Edo. Ese proceso fue favorecido por el retorno de los maestros Sanki Tashiro al Japón, trayendo consigo lo que era considerada la medicina más avanzada de China; Jin Yuan o Li Zhu. Su principal discípulo fue Dosan Manase, que se tornó el responsable por establecer las bases para la escuela Gosei o Goseihoha de acupuntura.Entre los siglos XVI y XVII, juntamente con la escuela Gosei de Manase, florecieron más dos nuevas y distintas abordajes de la medicina en Japón; las escuelas Koho y Rampo. La escuela Koho o Kohoha, conocida como escuela de las formas clásicas, surgió al finales del siglo XVII (período Edo) y, fue esencial para la aceleración de la "japonización" de la medicina china, pues fue inspirada por el revivir de los conceptos médicos de la discusión de desórdenes inducidos por frío, eliminando las teorías especulativas de la escuela Gosei. La escuela Koho defendía el retorno a las teorías prácticas de la medina china. Fue en esa escuela que se defendió la teoría de kiketsusui (energía vital, sangre y fluidos corporales), trayendo la idea inicial de las toxinas doku (venenos) y Oketsu (sangre estancada) en el área abdominal del hara, estableciendo un método innovador de diagnóstico abdominal, el Fukushin.Ya la escuela Rampo surgió entre médicos japoneses influenciados por la medicinal occidental traída por jesuitas holandeses a través del intercambio comercial y religioso entre esos dos países después de los trecientos años de aislamiento de Japó.
Por Valério Lima
Acupunturista e Moxoterapeuta el estilo Japonês del la acupuntura.
Texto amablemente traducida por : Adriana Perisse de Oliveira
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